Los factores individuales o de conducta son las necesidades, deseos, motivaciones, valores o los conflictos que tenemos cada una de las personas de forma individual. Por ejemplo, el ritmo de vida actual muchas veces trae consigo unos estilos de vida menos saludables relacionados con la falta de actividad física y una alimentación deficiente.
Existen tipos de factores individuales, como los de riesgo (conducta antisocial, poca capacidad para las relaciones interpersonales, elevada búsqueda de sensaciones…), de protección (resiliencia (capacidad para afrontar situaciones difíciles) o alta autoestima), personalidad (se refiere a la forma de percibirse a si mismo y al entorno y habla del carácter y el temperamento que condicionan las reacciones frente a las situaciones a las que se exponen las personas), vulnerabilidad (el cual se refiere a la susceptibilidad individual para reaccionar con mayor estrés que otro frente a situaciones peligrosas) y moderadores (que son factores predisponentes y pueden ser de tipo demográfico conductual, cognitivo y afectivo).